Ampliar la zona de aprendizaje para reducir porciones de comida
Amigos y familiares tóxicos, con sus hábitos alimenticios poco saludables, pueden influir en nuestro consumo excesivo de comida. Su ejemplo nos refuerza en la creencia de que comer en exceso es normal.
Enfrentar la incomodidad es clave. Reducir las porciones implica salir de la zona de confort, enfrentando el hambre y la ansiedad. Practica la atención plena al comer.
No saber tomar riesgos nos impide avanzar. Reducir las porciones requiere asumir riesgos, como dejar de comer ciertos alimentos. Identifica los alimentos que más te cuesta controlar.
La falta de control nos hace vulnerables a la ansiedad. Crear situaciones de control, como planificar las comidas y llevar un registro de lo que comemos, nos ayuda a mantenernos en el camino correcto. Usa un diario de alimentación.
El miedo al fracaso nos paraliza. Es importante recordar que comer en exceso en una ocasión no significa un fracaso total, sino una oportunidad para aprender y seguir adelante. Analiza tus errores y busca soluciones.
No ampliar la zona de confort nos mantiene en el círculo vicioso. Debemos buscar nuevas estrategias y herramientas para controlar el consumo de comida. Busca apoyo profesional.
