Ampliar la zona de aprendizaje para ser constante al entrenar

Amigos y familiares tóxicos, con su falta de disciplina, pueden influir negativamente en nuestra constancia al entrenar. Su ejemplo nos refuerza en la creencia de que la constancia no es esencial.

 

Enfrentar la incomodidad es clave. Ser constante al entrenar implica salir de la zona de confort, enfrentando la pereza y la falta de motivación. Busca un compañero de entrenamiento.

 

No saber tomar riesgos nos impide avanzar. Ser constante requiere asumir riesgos, como probar nuevas rutinas o tipos de entrenamiento. Investiga sobre diferentes tipos de entrenamiento.

 

La falta de control nos hace vulnerables a la inconsistencia. Crear situaciones de control, como establecer horarios y rutinas, nos ayuda a mantenernos en el camino correcto. Utiliza una aplicación para registrar tus entrenamientos.

 

El miedo al fracaso nos paraliza. Es importante recordar que faltar a un entrenamiento no significa un fracaso total, sino una oportunidad para aprender y seguir adelante. Analiza tus errores y busca soluciones.

 

No ampliar la zona de confort nos mantiene en el círculo vicioso. Debemos buscar nuevas estrategias y herramientas para mejorar nuestra constancia. Inscríbete a clases de algún deporte.

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