Ampliar la zona de confort para controlar las emociones negativas

Traumas del pasado, experiencias dolorosas no procesadas, pueden generar un bloqueo emocional. Nos cuesta aceptar y gestionar nuestras emociones, especialmente las negativas.

 

No reconocer nuestras debilidades emocionales nos impide mejorar. Debemos identificar qué emociones nos afectan más y qué situaciones las desencadenan. Llevar un diario de emociones puede ser muy útil.

 

Sin objetivos concretos, es difícil controlar las emociones. Definir metas realistas, como aprender una técnica de relajación, nos ayuda a progresar. Inscribite a un curso de meditación o mindfulness.

 

No aceptar nuestra realidad emocional actual nos impide mejorar. Para controlar nuestras emociones, debemos aceptarlas como parte de nuestra experiencia humana. Practicá la aceptación de tus emociones.

 

No reconocer nuestras habilidades para gestionar las emociones nos limita. Muchas personas tienen recursos internos que desconocen. Identifica tus fortalezas y utilízalas para afrontar las situaciones difíciles. Busca apoyo en amigos o familiares.

 

Evitar los desafíos nos mantiene en nuestra zona de confort. Para mejorar, debemos ponernos desafíos, como enfrentar una situación que nos genere ansiedad, de manera gradual. Enfócate en un desafío a la vez.