Ampliar la zona de confort para evitar la adicción a las redes sociales

Traumas del pasado, como la soledad o la baja autoestima, pueden llevar a buscar refugio en las redes sociales. La necesidad de validación externa se convierte en una dependencia.

 

No reconocer nuestras debilidades en el uso de las redes sociales nos impide mejorar. Debemos identificar cuánto tiempo dedicamos a ellas y qué nos impulsa a usarlas excesivamente. Un buen comienzo es llevar un registro diario de tu uso de las redes.

 

Sin objetivos concretos, es difícil controlar el tiempo en redes. Definir metas realistas, como reducir el tiempo de uso en 30 minutos diarios, nos ayuda a progresar. Desactiva las notificaciones de las aplicaciones.

 

No aceptar nuestra realidad actual nos impide mejorar. Para controlar el uso de redes, debemos aceptar nuestra dependencia y trabajar en ella. Busca actividades alternativas que te satisfagan.

 

No reconocer nuestras habilidades para ocupar nuestro tiempo libre nos limita. Muchas personas tienen hobbies o intereses que desconocen. Identifica tus fortalezas y utilízalas para ocupar tu tiempo de forma productiva. Inscribite a un curso o taller.

 

Evitar los desafíos nos mantiene en nuestra zona de confort. Para mejorar, debemos ponernos desafíos, como pasar un día completo sin redes sociales. Planifica actividades para esos momentos.

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