Ampliar la zona de confort para reducir porciones de comida

Traumas del pasado, experiencias negativas relacionadas con la comida, pueden generar una dependencia emocional a la comida. Usamos la comida como consuelo o recompensa.

 

No reconocer nuestras debilidades en el control de porciones nos impide mejorar. Debemos identificar qué situaciones nos llevan a comer en exceso. Un buen ejercicio es llevar un diario de alimentación.

 

Sin objetivos concretos, es difícil reducir las porciones. Definir metas realistas, como reducir gradualmente el tamaño de las porciones, nos ayuda a progresar. Utiliza platos más pequeños.

 

No aceptar nuestra realidad actual nos impide mejorar. Para reducir las porciones, debemos aceptar nuestra relación con la comida y trabajar en ella. Busca actividades alternativas para lidiar con el estrés.

 

No reconocer nuestras habilidades para cocinar nos limita. Muchas personas tienen habilidades culinarias que desconocen. Identifica tus fortalezas y utilízalas para preparar comidas saludables y en porciones adecuadas. Busca recetas saludables.

 

Evitar los desafíos nos mantiene en nuestra zona de confort. Para mejorar, debemos ponernos desafíos, como probar nuevas recetas con porciones controladas. Planifica tus comidas con anticipación.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *