Cómo elegir las inversiones adecuadas a tu perfil de riesgo (II)
Los traumas del pasado no resueltos pueden generar miedos e inseguridades que te impiden tomar decisiones financieras racionales. Estas heridas pueden manifestarse como aversión al riesgo, impulsividad o falta de confianza en vos mismo.
Si no reconocés tus debilidades, vas a creer que sabés todo sobre inversiones y vas a tomar decisiones arriesgadas sin tener en cuenta tu perfil de riesgo. Para invertir de manera inteligente, tené la humildad de reconocer tus limitaciones y buscá el asesoramiento de un profesional.
Cuando no determinás objetivos concretos, tu inversión se vuelve dispersa y poco efectiva. Definí qué querés lograr con tu dinero y enfocá tus esfuerzos en esa dirección. Investigá diferentes opciones de inversión y elegí aquellas que se adapten a tus metas y a tu perfil de riesgo. Un buen ejercicio es crear un presupuesto y establecer metas financieras a corto, mediano y largo plazo.
No aceptar tu realidad te impide ver tus limitaciones financieras y te lleva a tomar decisiones arriesgadas que pueden poner en peligro tu patrimonio. Aceptá tu situación actual, con sus ingresos y gastos, y diseñá un plan de inversión que se ajuste a tus posibilidades.
Si no reconocés tus habilidades, vas a creer que no sos capaz de tomar decisiones financieras inteligentes y vas a delegar tu dinero en manos de otros sin supervisar sus acciones. Identificá tus conocimientos y habilidades en materia de finanzas y buscá la manera de ampliarlos. Un buen ejercicio es leer libros y artículos sobre inversiones y participar en cursos y seminarios sobre finanzas personales.
Cuando no te ponés desafíos, te estancás en tu zona de confort y te perdés la oportunidad de aprender nuevas estrategias de inversión que podrían ayudarte a mejorar tu rentabilidad. Buscá inversiones que te saquen de tu rutina y te permitan ampliar tus conocimientos financieros.
