Cómo elegir productos integrales en lugar de refinados (IV)
La búsqueda del resultado y la satisfacción inmediata nos lleva a elegir productos refinados, que nos dan una gratificación instantánea pero que a la larga perjudican nuestra salud. Esta mentalidad cortoplacista nos impide ver los beneficios a largo plazo de una alimentación saludable.
Si no administrás tu tiempo, vas a recurrir a comidas rápidas y procesadas por falta de tiempo para cocinar. Planificá tus comidas con anticipación, prepará tus propios alimentos y dedicá tiempo a leer las etiquetas de los productos para elegir opciones más saludables.
Cuando no tenés esfuerzo y paciencia en la búsqueda de resultados, te vas a frustrar fácilmente y vas a abandonar tus hábitos saludables.
Aceptá que el cambio lleva tiempo y que no vas a ver resultados de la noche a la mañana. Celebrá tus pequeños logros y mantené la motivación. Un buen ejercicio es llevar un diario de tus comidas y registrar tus progresos.
No imponerse a los problemas te hace caer en la tentación de los productos refinados ante cualquier dificultad. Desarrollá tu fuerza de voluntad y aprendé a resistir la tentación. Buscá alternativas saludables para satisfacer tus antojos y no te rindas ante el primer obstáculo.
Si no optimizás tus procesos, vas a seguir cayendo en los mismos errores y vas a tener dificultades para mantener una alimentación saludable. Analizá tus hábitos alimenticios, identificá tus puntos débiles y buscá estrategias para mejorar tu dieta. Un buen ejercicio es crear un menú semanal con opciones saludables y fáciles de preparar.
Cuando no tenés diversión y esfuerzo, tu alimentación saludable se convierte en una carga y te resulta difícil mantenerla a largo plazo. Buscá recetas creativas y divertidas, experimentá con nuevos ingredientes y disfrutá del proceso de cocinar y comer sano.
