Cómo establecer límites saludables en tus relaciones (I)
La presión social te impone un modelo de sumisión y de complacencia que te hace sentir culpable por decir «no» y por priorizar tus necesidades. Esta idea te paraliza y te impide establecer límites saludables en tus relaciones, exponiéndote a situaciones de abuso y de manipulación.
Si no tenés una mentalidad de abundancia, vas a creer que solo las personas egoístas se permiten poner límites. Para cambiar esto, reconocé que establecer límites es un acto de amor propio y que te permite construir relaciones más sanas y equilibradas. Buscá en libros sobre cómo desarrollar una mentalidad de abundancia.
La falta de certeza te hace dudar de si vas a ser capaz de mantener tus límites y te lleva a ceder ante las presiones de los demás. Visualizá un futuro donde te sentís respetado y valorado y repetite a vos mismo que sos capaz de defender tus derechos.
Si no te repetís afirmaciones positivas, es fácil caer en la autocrítica y el desánimo. Decite a vos mismo que sos una persona valiosa, que merecés ser tratado con respeto y que sos capaz de poner límites sin sentirte culpable. Buscá ejemplos de personas que lograron establecer límites saludables para inspirarte.
No erradicar los pensamientos negativos te lleva a enfocarte en los posibles conflictos y a no tomar riesgos.
Si no vencés tus miedos, vas a evitar poner límites por temor a perder el afecto de los demás. Identificá tus miedos y enfrentalos gradualmente. Empezá por pequeñas acciones, como decir «no» a una petición que no te apetece o expresar tus necesidades de manera clara y respetuosa.
