Cómo establecer límites saludables en tus relaciones (V)
No tener un objetivo de vida te deja a la deriva, sin una dirección clara ni un propósito que te motive a proteger tu energía y a priorizar tus necesidades. Esta falta de rumbo te impide establecer límites saludables y te hace sentir vulnerable ante las demandas de los demás.
No tener persistencia te hace abandonar tus intentos de poner límites ante el primer obstáculo. Recordá por qué empezaste, visualizá el resultado que querés lograr y no te rindas ante la adversidad. Buscá grupos de apoyo online para ayudarte a tener persistencia.
Si no centrás tus pensamientos en lo importante, vas a distraerte con las opiniones de los demás y a perder de vista tus propias necesidades. Identificá tus prioridades y enfocá tu energía en lo que realmente importa: tu bienestar emocional.
No tener persistencia y resiliencia te impide superar los fracasos y aprender de tus errores. Aceptá que los contratiempos son parte del camino y utilizalos como una oportunidad para crecer y mejorar.
No desarrollar aprendizaje te estanca y te impide adaptarte a las diferentes situaciones sociales. Buscá nueva información sobre comunicación asertiva, inteligencia emocional y resolución de conflictos, y consultá con profesionales para obtener un plan personalizado.
No disfrutar del proceso te hace ver la tarea de poner límites como una carga pesada. Encontrá formas de hacer el camino más placentero, celebrá tus logros y rodeate de personas que te apoyen.
