Cómo establecer metas financieras a corto, mediano y largo plazo (I)

La presión social te bombardea con publicidades que te invitan a gastar y a vivir por encima de tus posibilidades, haciéndote sentir que si no tenés lo último, no sos nadie. Esta idea te paraliza y te impide planificar un futuro financiero sólido.

 

Si no tenés una mentalidad de abundancia, vas a creer que solo las personas con ingresos altos pueden ahorrar e invertir. Para cambiar esto, reconocé que todos pueden lograr sus metas financieras, sin importar su situación actual. Buscá en libros sobre cómo desarrollar una mentalidad de abundancia.

 

La falta de certeza te hace dudar de si vas a ser capaz de alcanzar tus metas financieras y te lleva a procrastinar o a gastar tu dinero en cosas innecesarias. Visualizá tu futuro ideal y repetite a vos mismo que sos capaz de ahorrar y construir un patrimonio.

 

Si no te repetís afirmaciones positivas, es fácil caer en la autocrítica y el desánimo. Decite a vos mismo que sos una persona responsable, capaz de administrar tu dinero y que merecés tener un futuro financiero seguro.

 

No erradicar los pensamientos negativos te lleva a enfocarte en tus limitaciones y a no disfrutar del presente. Cuando te encuentres pensando «nunca voy a poder ahorrar», cambialo por «voy a hacer un esfuerzo por ahorrar un poco cada mes y voy a aprender a disfrutar del proceso».

 

Si no vencés tus miedos, vas a evitar invertir tu dinero o a tomar decisiones financieras arriesgadas. Identificá tus miedos y enfrentalos gradualmente. Empezá por pequeñas acciones, como abrir una cuenta de ahorros y/o invertir en un fondo común de inversión.