Cómo hacerte mejor persona sirviendo al prójimo (II)
Los traumas del pasado no resueltos pueden generar heridas emocionales que te impiden conectar con los demás y te dificultan servir al prójimo de manera genuina. Estas heridas pueden manifestarse como egoísmo, desconfianza o falta de empatía.
Si no reconocés tus debilidades, vas a creer que sos perfecto y no vas a ver la necesidad de servir a los demás. Para ser mejor persona, tené la humildad de reconocer tus errores y trabajá para superarlos. Pedí ayuda cuando la necesites y aprendé de los demás.
Cuando no determinás objetivos concretos, tu servicio al prójimo se vuelve disperso y poco efectivo. Definí qué querés lograr con tu ayuda y enfocá tus esfuerzos en esa dirección. Investigá qué necesidades hay en tu comunidad y cómo podés contribuir de manera significativa.
No aceptar tu realidad te impide ver las necesidades de los demás y te dificulta conectar con ellos. Aceptá tu situación actual, con sus limitaciones y desafíos, y usala como punto de partida para construir un futuro mejor para vos y para los demás.
Si no reconocés tus habilidades, vas a creer que no tenés nada que ofrecer y te vas a sentir incapaz de ayudar a los demás. Identificá tus talentos y habilidades y buscá la manera de usarlos para servir a tu comunidad.
Cuando no te ponés desafíos, te estancás en tu zona de confort y te perdés la oportunidad de crecer como persona a través del servicio al prójimo. Buscá actividades que te saquen de tu rutina y te permitan conectar con personas diferentes.
