Cómo mantener la disciplina en cualquier área de vida (IV)
La búsqueda del resultado y la satisfacción inmediata te lleva a querer lograr tus metas rápidamente, sin dedicar tiempo al esfuerzo y la planificación. Esta actitud te impide desarrollar la disciplina necesaria para alcanzar el éxito a largo plazo.
No administrar tu tiempo te hace descuidar tus responsabilidades y te lleva a procrastinar o a distraerte con actividades poco importantes. Establecé un horario, priorizá tus tareas y evitá las distracciones.
No tener esfuerzo y paciencia en la búsqueda de resultados te desanima y te hace abandonar tus metas ante el primer obstáculo. Recordá por qué empezaste, visualizá el resultado que querés lograr y no te rindas ante la adversidad. Buscá técnicas de motivación para ayudarte a tener esfuerzo y paciencia.
Si no te imponés a los problemas, vas a evitar enfrentar tus debilidades y a tomar decisiones apresuradas. Analizá tus hábitos, identificá las áreas donde podés mejorar y desarrollá estrategias para superar los obstáculos.
No optimizar procesos te hace perder tiempo y energía en tareas innecesarias. Analizá tus actividades, identificá las áreas donde podés ahorrar y automatizá tus tareas para hacerlas más eficientes. Buscá en libros sobre como optimizar procesos para el manejo del tiempo.
No tener diversión y esfuerzo te hace ver la disciplina como una carga pesada. Encontrá formas de hacer el proceso más entretenido, como recompensarte por tus logros, escuchar música mientras trabajás o buscar un compañero que te motive.
