Cómo utilizar el tacto para expresar afecto y generar conexión (I)

La presión social te impone un modelo de masculinidad que te prohíbe expresar tus emociones a través del tacto, haciéndote creer que es un signo de debilidad o de falta de hombría. Esta creencia te impide conectar con los demás a un nivel más profundo.

 

Si no tenés una mentalidad de abundancia, vas a creer que hay pocas personas dispuestas a recibir tu afecto y te vas a aferrar a la primera que aparezca. Cambiá esa mentalidad creyendo que hay muchas personas que valoran el contacto físico y que merecés estar con alguien que te acepte tal como sos.

 

Buscá en libros sobre cómo desarrollar una mentalidad de abundancia.

 

La falta de certeza te hace dudar de si la otra persona está cómoda con tu contacto físico y te lleva a evitar cualquier tipo de acercamiento. Visualizá interacciones positivas y repetite a vos mismo que sos una persona cariñosa, que respetás los límites de los demás y que merecés ser amado.

 

Si no te repetís afirmaciones positivas, es fácil caer en la autocrítica y el desánimo. Decite a vos mismo que sos una persona valiosa, que merecés tener relaciones significativas y que vas a hacer lo posible por conectar con los demás a través del tacto.

 

Buscá ejemplos de personas que expresan su afecto a través del tacto para inspirarte.

No erradicar los pensamientos negativos te lleva a enfocarte en tus miedos y a no confiar en los demás. Cuando te encuentres pensando «voy a incomodarla», cambialo por «voy a ser respetuoso y atento a sus señales».

 

Si no vencés tus miedos, vas a evitar cualquier tipo de contacto físico y a quedarte solo. Identificá tus miedos y enfrentalos gradualmente. Empezá por pequeñas acciones, como dar un abrazo a un amigo o tomar la mano de tu pareja.