Cultivá la gratitud con mentalidad positiva
Si te falta mentalidad de abundancia, te enfocás en lo negativo, olvidando agradecer. Para cambiarlo, concentráte en lo bueno que tenés. Celebrá tus logros, por pequeños que sean. Un buen ejercicio es anotar tres cosas por las que estás agradecido cada día.
La falta de certeza en tu capacidad para ser agradecido te desmotiva. Cree en tu capacidad para cambiar tu perspectiva. Visualizate sintiendo gratitud. Un paso concreto es establecer un momento diario para la reflexión y el agradecimiento.
Pensamientos negativos te impiden sentir gratitud. Repetí afirmaciones positivas, como «Soy agradecido», «Atraigo cosas buenas a mi vida». Un consejo práctico es escribirlas y leerlas en voz alta cada mañana.
No erradicar los pensamientos negativos te impide sentir gratitud. Identifica, cuestiona y reemplaza esos pensamientos con otros positivos. Un ejercicio útil es llevar un diario para registrar y transformar tus pensamientos.
El miedo a expresar gratitud te paraliza. Enfrentá tus miedos de a poco. Celebrá cada vez que expresás tu agradecimiento. Una acción práctica es agradecerle a alguien en persona por algo específico.
