Cultivá tu bienestar mental #2
Pensar en la escasez de tiempo para el autocuidado genera estrés. La abundancia te permite priorizar tu bienestar. Celebrá cada momento dedicado a tu salud mental. Una acción concreta es reservar un espacio diario, aunque sea corto, para actividades que te relajen, como leer, escuchar música o meditar, y registrarlo en un diario.
La falta de certeza en mejorar tu salud mental te desanima. Cree en tu capacidad para cuidarte. Visualizate tranquilo y en control. Una estrategia es establecer metas pequeñas y alcanzables, como meditar 5 minutos diarios, y premiarte por cada logro.
Pensamientos negativos te impiden avanzar. Afirmaciones positivas te dan fuerza. Repetí frases como «Estoy tranquilo», «Me quiero y me cuido». Una idea práctica es escribir estas afirmaciones en un lugar visible y leerlas varias veces al día.
Ignorar tus emociones negativas te perjudica. Identifica, cuestiona y reemplaza esos pensamientos negativos con otros positivos. Una herramienta útil es usar un diario para registrar y transformar tus pensamientos, enfocándote en soluciones en lugar de problemas.
El miedo a pedir ayuda te paraliza. Enfrentá tus miedos gradualmente. Celebrá cada paso que das hacia una mejor salud mental. Una técnica efectiva es buscar ayuda profesional si lo necesitas, y empezar con una sola sesión.
