Mentalidad positiva para incorporar más fibra a tu dieta diaria

La presión social, esa constante exposición a imágenes idealizadas de cuerpos delgados, puede generar una relación conflictiva con la comida que no esté ultra procesada y dificultar la incorporación de hábitos saludables. Te sentís presionado a seguir dietas restrictivas en lugar de enfocarte en una alimentación equilibrada.

 

Si no tenés una mentalidad de abundancia, podés sentir que los alimentos saludables son caros o difíciles de conseguir. La falta de abundancia te impide visualizar una dieta rica en fibra. Para resolver esto, visualizate disfrutando de comidas deliciosas y nutritivas. Investigá recetas económicas y fáciles de preparar.

 

La falta de certeza en tu capacidad para cambiar tus hábitos alimenticios puede generar desánimo. La certeza de que podés incorporar más fibra te da poder. Fijate metas realistas y celebra cada pequeño logro.

 

Si pensás que no podés comer sano, esto te bloquea. Las afirmaciones positivas te ayudan a cambiar esa perspectiva. Repetí frases como «Disfruto comiendo alimentos ricos en fibra y cuido mi salud».

 

No erradicar pensamientos negativos sobre la comida refuerza la ansiedad. Erradicar esos pensamientos te permite enfocarte en lo positivo. Cada vez que te sientas culpable por comer algo poco saludable, reemplázalo con un pensamiento positivo y constructivo.

 

El miedo a probar nuevos alimentos te impide incorporar más fibra. Vencer ese miedo te da fuerza. Animate a probar diferentes tipos de frutas, verduras y cereales integrales.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *