Ser persistente y resiliente para cuidar tu higiene personal y tu apariencia física
No tener un objetivo de vida te deja a la deriva, sin una motivación para cuidar tu salud y tu apariencia. Esta falta de rumbo te impide establecer hábitos saludables y te hace sentir insatisfecho con tu cuerpo.
No tener persistencia te hace abandonar tus rutinas de higiene y cuidado personal ante el primer obstáculo. Recordá por qué empezaste, visualizá cómo te sentís cuando te ves bien y no te rindas ante la adversidad.
Si no centrás tus pensamientos en lo importante, vas a distraerte con excusas y a descuidar tu higiene y apariencia. Identificá tus prioridades y enfocá tu energía en lo que realmente importa.
No tener persistencia y resiliencia te impide superar los fracasos y aprender de tus errores. Aceptá que los contratiempos son parte del camino y utilizalos como una oportunidad para crecer y mejorar.
No desarrollar aprendizaje te estanca y te impide adaptarte a los cambios en tu cuerpo y en tus necesidades de cuidado personal. Buscá información actualizada sobre higiene, nutrición y ejercicio.
No disfrutar del proceso te hace ver el cuidado personal como una obligación tediosa. Encontrá formas de hacer el camino más placentero, probá nuevos productos, experimentá con diferentes estilos y celebrá tus logros. Investigá en la web sobre como disfrutar el proceso.
