Ser persistente y resiliente para regular tus emociones y evitar reacciones impulsivas

No tener un objetivo de vida te deja a la deriva, sin una motivación para controlar tus emociones y construir relaciones significativas. Esta falta de rumbo te impide establecer metas significativas y te hace sentir insatisfecho.

 

No tener persistencia te hace abandonar tus intentos de controlar tus emociones ante el primer fracaso. Recordá por qué empezaste, visualizá cómo te sentís cuando estás en calma y no te rindas ante la adversidad. Buscá grupos de apoyo online para ayudarte a tener persistencia.

 

Si no centrás tus pensamientos en lo importante, vas a distraerte con excusas y a descuidar tus habilidades emocionales. Identificá tus prioridades y enfocá tu energía en lo que realmente importa.

 

No tener persistencia y resiliencia te impide superar los fracasos y aprender de tus errores. Aceptá que los contratiempos son parte del camino y utilizalos como una oportunidad para crecer y mejorar.

 

No desarrollar aprendizaje te estanca y te impide adaptarte a los cambios en tus relaciones.

 

No disfrutar del proceso te hace ver el control de tus emociones como una obligación tediosa. Encontrá formas de hacer el camino más placentero, probá diferentes actividades, escuchá música que te motive y celebrá tus logros.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *