Superá los cambios difíciles

Ignorar tus emociones dificulta la adaptación a cambios traumáticos. Reconocer tus debilidades te permite trabajar en tu resiliencia. Una acción concreta es identificar tres emociones que te generan dificultad y buscar estrategias para manejarlas, como técnicas de respiración o meditación guiada.

 

La falta de objetivos claros te desmotiva. Establecé metas medibles, como realizar una actividad que te ayude a procesar tus emociones cada día. Usa una aplicación para monitorear tu progreso y mantenerte enfocado.

 

Negar la dificultad de la situación te impide avanzar. Acepta tu realidad y busca ayuda profesional para procesar el trauma. Una sugerencia práctica es buscar un terapeuta o un grupo de apoyo.

 

Ignorar tus habilidades para sobrellevar la situación te limita. Identifica tus fortalezas y utilízalas para superar el trauma. Una actividad práctica es hacer una lista de tus fortalezas y cómo podrías aplicarlas en esta situación.

 

Para ampliar tu zona de confort, proponéte desafíos que te exijan enfrentar la situación. Comienza con pequeños pasos y aumenta gradualmente el nivel de dificultad. Registrá tus progresos y celebrá cada logro.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *