Ampliar la zona de aprendizaje para establecer metas realistas y alcanzables en tu entrenamiento
Amigos y familiares tóxicos, que constantemente te critican o menosprecian tus esfuerzos en el entrenamiento, pueden minar tu confianza y dificultar el establecimiento de metas realistas. Su negatividad puede internalizarse y afectar tu autopercepción.
Si no enfrentás la incomodidad del esfuerzo físico, no podrás progresar. Enfrentar esa incomodidad te lleva a la superación. Salí de tu zona de confort y enfrentá tus limitaciones físicas.
Si no tomás riesgos, no podrás desafiarte en tu entrenamiento. Saber tomar riesgos implica aceptar la posibilidad de no alcanzar tus metas inmediatamente, pero también de progresar. Animate a probar nuevos ejercicios o rutinas.
La falta de control sobre tu entrenamiento dificulta el logro de metas. Generar situaciones de control te ayuda a mantenerte en el camino correcto. Planifica tus entrenamientos y asegúrate de cumplir con tu rutina.
El miedo al fracaso puede ser un obstáculo para el entrenamiento. Perder ese miedo te da la fuerza para seguir adelante. Celebrá tus logros, por pequeños que sean, para mantenerte motivado.
Quedarse en la zona de confort en el entrenamiento facilita la falta de progreso. Ampliar esa zona te permite afrontar nuevos desafíos. Buscá nuevas rutinas de entrenamiento que te ayuden a progresar.
