Ampliar tu zona de aprendizaje para ser constante al entrenar
Evitar la incomodidad de entrenar te impide desarrollar la constancia necesaria. Enfrentá la incomodidad, empezando con entrenamientos cortos y graduales. Busca una actividad física que disfrutes para que sea más fácil mantener la constancia.
No saber tomar riesgos en tu rutina de entrenamiento te impide probar nuevas actividades y salir de la monotonía. Animate a probar diferentes tipos de ejercicios, a aumentar la intensidad gradualmente y a salir de tu zona de confort.
No generar situaciones de control para ganar confianza te impide sentirte seguro y motivado para entrenar. Establecé metas alcanzables, registrá tu progreso y celebrá tus logros. Esto te ayudará a construir confianza y a mantener la motivación.
El miedo al fracaso te puede paralizar, impidiendo que te comprometas con tu entrenamiento. Recuerda que el fracaso es parte del proceso de aprendizaje. Enfócate en el progreso, no en la perfección.
No ampliar tu zona de confort te mantiene en una rutina monótona y poco estimulante. Prueba nuevas actividades físicas, busca nuevos desafíos y salí de tu zona de confort para mantener la motivación y la constancia. Inscribite en una clase grupal para obtener apoyo y motivación externa.
