Asumí la responsabilidad de tu realidad con mentalidad positiva
Sin mentalidad de abundancia, te enfocás en lo que te falta, esperando que otros solucionen tus problemas. Para cambiarlo, visualizá la abundancia de recursos que tenés: tus habilidades, tu tiempo, tu energía. Celebrá cada vez que tomás el control de una situación. Una acción concreta es anotar tres cosas que hiciste para solucionar un problema y cómo te hizo sentir.
La falta de certeza en tu capacidad para resolver problemas te paraliza. Cree en tu potencial y visualizate tomando el control. Una estrategia efectiva es establecer metas pequeñas y alcanzables, empezando por una sola área de tu vida.
Pensamientos negativos te desaniman. Repetí afirmaciones positivas como «Soy responsable», «Controlo mi vida». Una buena práctica es escribir estas afirmaciones en un papel y leerlas a diario.
No erradicar pensamientos negativos te mantiene en la pasividad. Identifica, cuestiona y reemplaza esos pensamientos con otros positivos. Una herramienta útil es usar una aplicación para registrar tus pensamientos y analizar patrones negativos.
El miedo al fracaso te impide asumir responsabilidades. Enfrentá tus miedos de a poco. Celebrá cada paso que das hacia la responsabilidad. Una técnica efectiva es empezar por asumir responsabilidades pequeñas para ganar confianza.
