Cultivá la gratitud ampliando tu zona de aprendizaje
Evitar la reflexión te impide apreciar lo positivo. Enfrentá la incomodidad de tomarte un tiempo para agradecer. Un consejo práctico es dedicar 5 minutos diarios a la reflexión.
El miedo a parecer cursi te bloquea. Asume riesgos, experimentá y no tengas miedo de expresar tu gratitud. Un ejercicio práctico es agradecerle a alguien en persona.
La falta de control te impide practicar la gratitud constantemente. Establecé metas para practicar la gratitud. Un paso concreto es anotar tres cosas por las que estás agradecido cada día.
El miedo al fracaso te paraliza. Acepta que no siempre será fácil y enfócate en el proceso. Un consejo práctico es buscar inspiración en libros o artículos sobre gratitud.
Quedarse en la zona de confort te impide profundizar en la práctica. Busca nuevos desafíos, como meditar o agradecer a personas diferentes cada día. Un ejercicio práctico es leer libros o artículos sobre gratitud.
