Planificá tus comidas con mentalidad positiva
Si te falta mentalidad de abundancia, te enfocás en la escasez de tiempo, dificultando la planificación. Para cambiarlo, pensá en los beneficios: comidas más saludables, menos gastos, más tiempo libre. Celebrá cada semana que lo lográs. Un buen ejercicio es anotar los beneficios que te trae planificar.
La falta de certeza en tu capacidad para planificar te desmotiva. Cree en vos y visualizate planeando tus comidas con éxito. Un paso concreto es crear un menú semanal, con opciones realistas y fáciles de preparar.
Pensamientos negativos te sabotean. Repetí afirmaciones positivas como «Soy capaz de planificar mis comidas», «Me alimento saludablemente». Un consejo práctico es escribirlas y leerlas cada mañana.
No erradicar los pensamientos negativos te impide planificar. Identifica, cuestiona y reemplaza esos pensamientos con otros positivos. Un ejercicio útil es llevar un diario para registrar y transformar esos pensamientos.
El miedo al fracaso te paraliza. Enfrentá tus miedos de a poco. Celebrá cada semana que planificás tus comidas. Una acción práctica es empezar con un día a la semana y luego ir sumando días.
